Ley de Murphy en bolsa

La ley de Murphy lo dice bien claro: “Si algo malo puede pasar, va a pasar.”

¿Un ejemplo? Te llenas de deudas (casa, college, remodelación de la casa, etc.), vives la vida loca usando el plástico, pagas las deudas con más deudas, compras más de lo que puedes basado en ingresos a futuro, no ahorras porque “positivamente” crees que los ingresos y el trabajo nunca faltarán. Todo va bien hasta que el día menos pensado ¡¡¡BAAM!!!...Murphy nos da una cachetada con su entrada triunfal. Una enfermedad, un accidente, un bajón económico, pérdida de empleo, lo que tú quieras.

Algunos pusieron a prueba la ley de Murphy comprando casas que no podían pagar, otros incrementaron sus niveles de deudas como si nunca fueran a perder el trabajo o pensando que su negocio no pasaría por problemas. Otros no estaban en condiciones financieras y enfrentaron una enfermedad o accidente que no estaba en sus planes.

Según el Instituto Americano de Bancarrota, la solicitud de bancarrotas por insolvencia llegó a 522,205 en el primer semestre de este año, un 29% más en comparación al 2007. Si la tendencia continua, el nivel pasaría el millón, el más alto desde que se aprobó la nueva ley en el 2005 (2,039,214 solicitud de bancarrotas).

Ojo y no son negocios. La mayoría (96%) son bancarrotas individuales que piden a la corte liquidar los activos (capítulo 7) y no entrar en un plan de pago en un periodo de tiempo (capítulo 13). ¿La razón? Altos niveles de deudas.

El problema es que al tener altos niveles de deuda, si no le damos el respeto a la ley de Murphy y no creamos repelentes cuando ataca, más expuestos vamos a estar a su merced en el futuro.

Murphy no discrimina ni con el mayor, ni con nuestro futuro.

Según un estudio publicado por el Consumer Bankruptcy Project y apoyado por el AARP, examina una muestra de bancarrotas personales solicitadas entre el periodo 1991-2007, dice que entre más alta la edad más alta la posibilidad de declararse en bancarrota.

Según el estudio, cada grupo por debajo de los 55 años muestra una disminución en el porcentaje de solicitud de bancarrotas. Las personas por encima de esta edad ven un aumento. Y entre más alta la edad mayor la probabilidad.

Aquellos con 65 años o más tienen dos veces más la posibilidad de declararse en bancarrota. Aquellos con 75 años o más, la tasa de bancarrota se cuadruplicó en el mismo periodo.

¿Razones? Falta de trabajo y facturas médicas. Según una de las autoras del estudio, un alto número de personas entran a los años de retiro con altas deudas y no habiendo pagado su casa completamente. Altas deudas, menos trabajo y facturas médicas hace la que la presión económica sea mayor.

Aunque el reporte no incluye todo el 2007 y 2008 (donde ha habido un incremento de bancarrota sustancial), el estudio nos sirve como ventana para ver el futuro y reflexionar sobre la mejor manera de enfrentar a Murphy hoy y mañana.

Primero tenemos que dejar de ser temerarios al darle la espalda a las cosas malas como si fuera que nunca nos sucederán. Accidentes, enfermedades, crisis económicas, malas inversiones, fracasos comerciales pasan.

Tampoco podemos tener una actitud conformista donde todo el tiempo aceptamos la “mea culpa” como si nuestro karma es pura mala suerte.

O sea, no podemos negar su existencia, pero podemos enfrentarla creando repelentes para cuando nos toque.

¿Cómo? hay que hacer una reserva de emergencia, salir de las deudas, tener nuestro portafolio de seguros en orden, terminar de pagar la casa, aumentar el ahorro en nuestros planes de retiro y crear nuevas fuentes de ingreso para evitar ser parte de una estadística más en el retiro.

Ya vimos cuan despiadado es cuando estamos en la tercera edad. La realidad es que demandaremos más servicio médico cuando vayamos entrando en la edad de oro. Los costos médicos seguirán creciendo más rápido que la inflación general y los ingresos. Esto nos obliga a crear un mayor fondo hoy, pensando en el futuro porque al existir incremento en la demanda con aumento en los precios va a demandar más de nuestros ingresos o activos disponibles.

¿Se puede? Sí ¿hay que comenzar a prepararse desde ya? Apuesta que sí porque aunque no lo creas el futuro está al doblar de la esquina.

Mi gente, si algo malo puede pasar, va a pasar.

Al final, tú decides.




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